Xavi no encontraba a su ‘ancla’ ideal en el centro del campo. Esa posición tan históricamente trascendental en el FC Barcelona y que Sergio Busquets dejó huérfana el pasado verano. Llegó Oriol Romeu. Un perfil de pivote defensivo que podía ajustarse a ese puesto, pero nunca reemplazar el enorme vacío de ‘Busi’.
Y eso parece estar pesándole al de Ulldecona, que empezó llevándose elogios, pero que ha perdido confianza. Y lleva muchas semanas arrastrando problemas físicos.
UNA PRUEBA QUE VENÍA COCIÉNDOSE A FUEGO LENTO
Falto de alguien específico en esa demarcación, el técnico de Terrassa pasó a los ‘experimentos’. Había uno que llevaba tiempo barruntando. Andreas Christensen venía probándose en el pivote desde hace algunos meses. Pero Xavi no decidía dar el salto a la práctica competitiva.
Hasta que en Vitoria vimos por primera vez al danés allí. Tras unos primeros minutos (lógico) titubeantes y con algunas imprecisiones, se fue entonando y acabó completando un partido bastante completo. Prueba superado, pero había que ver más. Y en otros contextos.
DESBORDADO, COMO EL EQUIPO, ANTE EL GRANADA
Xavi apostó por él de nuevo ante el Granada. Ahí las costuras se le vieron a todo el equipo, incluido al danés, desbordado en muchas ocasiones ante un cuadro nazarí que aprovechó el descalabro en el repliegue de su rival. Relevado en el 66′.
Ante el Celta, otra vez titular Andres en la medular. Xavi ha repetido en rueda de prensa que es un perfil que da equilibrio y ese trabajo necesario para tapar espacios y achicar. Correcto en Balaídos, tras el empate de Aspas fue ‘sacrificado’ para dar entrada a revulsivos.
47 contactos con el balón, 87% de acierto de pase (34/39), cinco pérdidas, dos faltas cometidas, 2/3 duelos ganados, un remate a puerta. Partido sin estridencias y cumpliendo ese rol que necesita Xavi más de ‘stopper’ y de jugar al primer toque, sin complicarse y permutando con Frenkie de Jong. El neerlandés tiene a menudo el cometido de bajar entre los centrales a recibir y ser él quien empiece jugada.
La dinámica nos hace pensar que repetirá como pivote en San Paolo. Más aún siendo una eliminatoria, con la ida fuera, con la presión del estadio napolitano. Parece complicado que salga con Gündogan-Pedri-Frenkie en el centro del campo, sin un perfil más de contención.
Otra cosa será si el guion es distinto en la vuelta en Montjuïc. Si el Barça necesita arriesgar por el resultado de la ida o debe aguantar y conservar un buen botín.