En el primer duelo oficial entre Milan y Monza (3-0) tras el fallecimiento del hombre que hizo posible el éxito de ambos equipos, un Silvio Berlusconi fenecido el pasado 12 de junio, fue el Milan el que dominó el escenario pese a las bajas y al duro golpe encajado en Liga de Campeones con una victoria balsámica que sirvió para curar heridas y recortar al Juventus en la tabla.
Era un día muy especial en San Siro. Si bien ya ambos equipos disputaron en agosto el trofeo ‘Berlusconi’, era la primera vez que se veían las caras con puntos en juego “los hijos” del magnate italiano que alzó al Milan a lo más alto de Europa y llevó al Monza a la Serie A, donde ahora intenta pelear por acercarse a Europa.
El partido, con un aura especial por el punto en común, solo tuvo un color. Dos, mejor dicho. Y es que los ‘rossoneri’ fueron muy superiores a un Monza que solo inquietó a Maignan con el partido encarrildo. Las ganas por demostrar ante su público que hay posibilidad de darle la vuelta a una temporada trastabillada superó con creces a los visitantes.
De hecho, el marcador se abrió en el minuto 3. Casi sin tiempo para llenar el Giuseppe Meazza, a Reijnders se le ocurrió iniciar una conducción desde la zona de tres cuartos que le condujo, entre recortes con clase y algún que otro rebote, al corazón del área del Monza, desde la que disparó para superar a Di Gregorio y encarrilar bien pronto el partido.
El Milan volvió a torcer el gesto por un momento, cuando vio que Pobega se unió a la lista interminable de lesionados del Milan. Pero la incertidumbre dejó paso a la alegría cuando Simic, el canterano que entró precisamente como sustituto de Pobega, hizo el segundo tanto al rematar un centro raso de Leao.
El joven central serbio, jugador del equipo Primavera, equipo juvenil, debutó a los 18 por la situación de emergencia que vive el Milan en la enfermería y devolvió por todo lo alto la confianza a Stefano Pioli. Un estreno soñado en una plaza histórica como San Siro y en un día tan señalado llenó de alegría el estadio.
Con el 2-0, el Monza pareció sentenciado. Se vino abajo y no pudo frenar al Milan, que rozó el tercero con un disparo de Pulisic que se estrelló con el larguero. Pero el paso de los minutos fue relajando a los locales y el Monza empezó a estar más cómodo ante un Milan que se partía con facilidad en transiciones defensivas. Tuvo que aparecer Maignan para mantener la puerta a cero en los últimos compases.
Sin embargo, con el Monza en su mejor momento, volcado en ataque, llegó la sentencia milanista. Una jugada preciosa que involucró a Reinjders, Giroud y Okafor, que fue el que finalizó a placer la triangulación a falta de 15 minutos justo antes de irse lesionado tras 13 minutos en el campo. Otra lesión más.
El Milan se llevó el ‘Derbi de Berlsuconi’ con autoridad, como si supiera que es el hermano mayor de un Monza que apenas fue rival. Sanó tras la eliminación de Liga de Campeones y recortó al Juventus. La única mala noticia siguen siendo las lesiones, otras dos más, las de Pobega y Okafor, se unieron a la lista.