A tan solo media hora de Barcelona, ubicada en Llinars del Vallés, se encuentra la IBC Academy, un centro de entrenamiento dirigido por Pedro J. Argachal y Jordi Boixader. Ambos, amantes del baloncesto, cuentan con una amplia experiencia como entrenadores, tanto en categorías senior, como de formación. Además, Argachal fue scouter de la selección española sub-18 masculina que ganó el bronce en Letonia 2013 y también de la absoluta de Brasil para los Juegos Olímpicos de 2016.
Los inicios de la IBC Academy
La idea del proyecto nos traslada al último trimestre de 2016. Argachal acogió en su casa a dos jugadores americanos que apostaron fuerte para llegar a Europa y convertirse en profesionales, pero la desinformación, y no contar con los conceptos adecuados, les hizo invertir dinero y tiempo, y no pudieron conseguir su objetivo.
Los primeros eventos en Estados Unidos
Tras esta experiencia, en 2018, decide montar unos primeros campus en Miami, durante el periodo vacacional, para que los jugadores no tengan que dejar sus hogares sin el interés real de algún equipo. Tras una amplia lista de interesados, acuden 23, en un evento que contó con la inestimable ayuda de Brandon Dean, ejerciendo de entrenador y responsable de logística. Con él, tanto Argachal como Sylvia Alias habían tenido una primera toma de contacto a inicios de aquel año. La experiencia fue satisfactoria, y de cara al año siguiente, se volvió a realizar un segundo viaje por tierras americanas, esta vez, para llevar a cabo dos clínics, y trabajo individual con algún jugador.
La pandemia obligó a reinventarse
La actividad de la IBC Academy se iba duplicando, y para el verano de 2020, la idea era llevar a cabo cuatro stages diferentes (Nueva York, Nueva Orleans, Indiana y Miami). Pero la pandemia lo alteró todo, obligó a un cambio de planes forzado, y sobre todo, a reinventarse. Fue a finales de aquel mismo año, ya junto a Jordi, cuando se inauguró el centro de entrenamiento en la localidad vallesana, con el inestimable apoyo de las familias.
Una cancha con las medidas oficiales FIBA
Este training center, equipado con la mejor tecnología relacionada con el baloncesto, y con todos los materiales necesarios para llevar a cabo la práctica de dicho deporte, cuenta con una media pista, con las medidas oficiales FIBA, en las que se puede entrenar tanto a canastas de 3,05 metros de altura, como de 2,60 metros, habituales en las categorías más jóvenes de formación. La instalación dispone de un espectacular suelo técnico homologado para el 3×3 de color negro y naranja, los característicos de un balón.
Todas las facilidades en las instalaciones
La cancha es la joya de la corona de unas instalaciones que cuentan también con una zona de calentamiento y estiramientos dotada con una placa inestable, cojín de equilibrio, bandas elásticas de tensión y vainas de reacción. Un equipamiento ideal para combinar con la actividad con pelota. Además, los familiares de los jugadores y jugadoras que acuden a entrenar a la IBC Adademy pueden esperar en una área polivalente dotada con todas las facilidades y comodidades, además de disponer de la posibilidad de seguir dichas sesiones a través de una pantalla de visualización.
El Método IBC
La filosofía queda muy marcada desde un primer momento, cuando se presencia una sesión de entrenamiento llevada a cabo por Jordi Boixader y un jugador. El entrenamiento es puramente individual, muy diferenciado de otros centros de tecnificación en los que se trabaja en grupos, o bien en la actividad propia de cualquier equipo, que pueda contar en plantilla con 12 jugadores o jugadoras. La observación del detalle, en la que se basa el Método IBC, su seña de identidad, lo que les diferencia del resto. Sesiones de una hora en las que los entrenadores de la IBC Academy trabajan en el desarrollo del jugador, con las que complementan la actividad semanal con sus respectivos equipos de baloncesto.
La experiencia, clave en la mejoría del deportista
Pero antes de esa mejora, que los padres ya visualizan a las pocas sesiones, hay una primera toma de contacto, en la que el deportista hace conocer a los técnicos aquellas facetas del juego en las que desea mejorar. Dada la amplia experiencia en el mundo del baloncesto tanto de Argachal como de Boixader, los entrenadores presencian esos aspectos en los que todavía hay margen de evolución, y ponen en común, tanto con los jugadores y jugadoras, como con las familias, aquellos puntos que serían interesantes de trabajar. A partir de ese momento, comienzan unas sesiones de entrenamiento en la que se empiezan a trabajar, de manera individual, aspectos baloncestísticos que no únicamente se quedan en la pista.
¿Para quién está abierta la IBC Academy?
Y es que, otra de las tareas que se trabajan en la IBC Academy, es ese apartado psicológico, que puede llegar a jugar malas pasadas cuando se compite con el propio equipo. El hecho de que, en ese trabajo, tan solo están presentes jugador/a y entrenador, permite al deportista reforzar su confianza y dedicarse únicamente a mejorar de la mano de los técnicos. Las sesiones están abiertas a cualquier edad o categoría, desde Mini hasta Senior, y se llevan a cabo, entre semana, durante las tardes, y en horario completo los fines de semana. Una vez finalizadas, cada deportista cuenta con un archivo en el que se van recopilando sus sesiones. A través de unos informes detallados, se precisan todos los ejercicios llevados a cabo y el rendimiento exhibido, para llevar un control de la progresión.
El equipamiento de la IBC Academy
La IBC Academy cuenta con equipamiento de primer nivel, y que no es habitual encontrar en los clubes de baloncesto. Desde aparatos para perfeccionar la mecánica de lanzamiento hasta las impresionantes máquinas de tiro, situadas bajo la canasta, de manera que recogen el rebote de manera automática y van lanzando el balón al jugador o jugadora para que únicamente se pueda centrar en el lanzamiento.
La importancia de la herramienta ‘E-Report’
Junto al trabajo que se realiza en pista, la IBC Academy también ofrece el servicio ‘E-Report’, un análisis exhaustivo del jugador, en el que recogen todos los aspectos del juego a nivel físico, técnico, táctico, pero también cognitivo y psicológico, en el que además, se llevan a cabo filmaciones de vídeo de las sesiones, así como también se añaden acciones de partidos de sus respectivos clubes, facilitadas por los deportistas. Esta herramienta está basada en la experiencia de Argachal como scouter, y que ya fue utilizada en el primer campus de 2018. Eso permite que el jugador pueda tener una recopilación, tanto en texto como en imagen, de su rendimiento, y se pueda dar a conocer, ya sea en cualquier equipo profesional, o bien buscando una beca deportiva, en Europa o en Estados Unidos.
Becas al extranjero
Y es que, la IBC Academy trabaja de la mano de ‘Edu Sports’, que se encarga de encontrar y facilitar las mejores opciones académicas y deportivas al jugador y jugadora. Algunos, como Eloy Domenech, han dado el salto a los Estados Unidos, y sigue desarrollando su baloncesto en la Busche Academy de Chester.
La preparación física
Otro de los nombres con los que cuenta la IBC Academy es el de Marc Sanz, de Global Health, un preparador físico para realizar trabajo específico en esa área, y también en la recuperación de lesiones. Una figura, la de Sanz, presente también en verano, cuando se llegan a realizar, durante las mañanas, campus limitados a un máximo de 12 jugadores/as.
La filosofía de la IBC Academy
La IBC Academy es honesta, y en su filosofía, dejan claro que no pueden garantizar contratos profesionales para los jugadores y jugadoras que pasan por sus manos, pero sí que pueden asegurar que estarán más preparados para afrontar ese reto, y que durante su proceso por la academia, se abordarán aspectos que pueden llegar a marcar la diferencia con otros aspirantes.