La amenaza de la Superliga ha obligado a la UEFA a mover ficha. El Comité Ejecutivo de UEFA se ha reunido este miércoles en París y ha aprobado su estrategia ‘Unidos por el Éxito’ de 2024 a 2030. Los clubes participantes en la Champions verán aumentados sus ingresos.
La UEFA ha previsto un umbral de 4.800 millones de euros (500 millones más) para las competiciones masculinas de clubes entre 2024 y 2027. De los ingresos totales, 3.317 millones van a parar a los clubes participantes en competiciones europeas: Champions, Supercopa de Europa, Europa League, y Conference. Entre las dos primeras se llevan casi el 75% de estos ingresos.
El 10% del total (440 millones) se destina a la solidaridad. 308 millones son asignados a los clubes no participantes, y el resto va a los clubes de las rondas de clasificación.
Estas cantidades se distribuirán a través de tres pilares diferentes: partes iguales (27,5%), pilar de rendimiento (37,5%) y pilar de valor (35%). Las dos primeras han aumentado un 2,5 y un 7,5 por ciento respectivamente.
Competir con la Superliga
Hasta ahora, los ingresos que daba la Champions por participar no podían competir con la hipotética Superliga, que aseguraba 100 millones nada más empezar, a diferencia de los 15,64 millones por participar en la fase de grupos de Champions.
Pero es que, como dijo Laporta en su entrevista en RAC1, ni siendo campeón de la Champions se llega a esos números: se reciben 9,6 millones por llegar a octavos, 10,6 a cuartos, 12,5 a semifinales y 15,5 por ser finalista. El campeón, 20 millones más. Hay que tener en cuenta también que la UEFA da 2,8 millones por victoria y 930.000 euros por empate.
Las nuevas cifras
Con la nueva estrategia de la UEFA, todos estos premios aumentan (excepto las victorias, que bajan a 2,1): 19 millones por participar, 11 por llegar a octavos, 12 a cuartos, 15 a semifinales, 20 a la final y 25 el campeón. El que se alce con el trofeo podría pasar de los aproximadamente 85 millones actuales a unos 155, que llegarían a los 200 con el market-pool y las taquillas.
Estas medidas podrían calmar a las fuerzas de la Superliga, el objetivo que persigue la UEFA desde hace años.