Lo que empezó unos meses atrás como el ‘sueño americano’ para Vasile Micic , MVP y doble campeón de la Euroliga que firmó por los Thunder de la NBA en verano de 2023, podría convertirse ahora en una pesadilla tan solo seis meses después de su desembarco en Estados Unidos.
La mejor liga de baloncesto del mundo cerró su mercado de traspasos el pasado 8 de febrero, con decenas de equipos buscando mejorar sus plantillas en el último minuto y deshacerse de piezas innecesarias. Ese fue el caso del Micic con Oklahoma, franquicia que lo traspasó a los Charlotte Hornets al límite del ‘trade deadline’, uno de los equipos peor gestionados de toda la liga durante la pasada década.
Primer ‘experimento’ fallido
Pese haber dominado en el viejo continente, nunca es fácil cambiar de aires rumbo a la NBA para cualquier europeo, y el caso de ‘Vasa’ es otro más de la lista. Cabe recordar que el serbio fue el gran puntal en ataque del Anadolu Efes dos veces campeón de la Euroliga en 2021 y 2022, haciéndose también con el MVP ese último año y exhibiendo un nivel de juego que, en algunos aspectos, recordaba al del mejor Luka Doncic en facetas como el uno contra uno. La apuesta de Micic por la NBA era lógica a sus 30 años. Un ‘ahora o nunca’ que cobraba aún más sentido de la mano de Oklahoma City Thunder, un cuadro repleto de jóvenes promesas y en la que una figura de veterano podía encajar a las mil maravillas.
En la treintena de partidos disputados con OKC, Micic ha tenido un rol testimonial en la rotación: 12 minutos de promedio, 3.3 puntos y 2,5 asistencias, unos guarismos que sabían a muy poco para aquellos que han visto el mejor nivel de este jugador en Euroliga. Pese a momentos de brillantez como los 12 puntos ante Denver o las 7 asistencias en más de veinte minutos ante Warriors, el entrenador Mark Daigneault no ha visto lo necesario para darle más oportunidades en una rotación exterior liderada por Shai, Cason Wallace, Giddey o Tre Mann.
Por mucho que el ex de Efes pueda exigir, los números hablan por si solos: Los Thunder (35-16) han estado prácticamente toda la temporada en lo más alto de la Conferencia Oeste y ahora tan solo están una derrota por detrás de Timberwolves y Nuggets, primeros y segundos.
Una nueva – y dura – vida en Charlotte
Pese a quien le pese, los Charlotte Hornets son la máxima representación de la mediocridad en la NBA, abonados al limbo de la liga y sin definir ni trazar un camino hacia ningún lado. En 2012 y en ese momento bajo el nombre de los Bobcats, firmaron el peor porcentaje de la historia en una temporada (7-59 para un .106 de triunfos), una dinámica que no ha cambiado demasiado durante la década. Dos eliminaciones en primera ronda de playoffs es lo único que ha logrado una franquicia que desaprovechó los mejores años de la carrera de Kemba Walker, ahora ‘deambulando’ por la Euroliga con Monaco.
Micic llega al cuarto equipo más perdedor de la NBA. Antepenúltimos en el Este con un balance de 10-41 y ahora en una racha de nueve derrotas consecutivas, tan solo Wizards y Pistons – los dos ‘hazmerreír’ de la NBA – han cosechado menos victorias esta campaña. Como lleva sucediendo ya muchos años, es otra temporada más perdida para los de Carolina del Norte, con ínfimos signos de mejoría.
Por si fuera poco para el bueno de Vasile, tendrá competencia en las dos posiciones exteriores. Con Lowry aún en paradero desconocido y siendo candidato a ‘buyout’, Lamelo Ball, Cody Martin y los recién llegados Seth Curry y Tre Mann apuntan a capitanear la posición de base, por lo que Micic podría tener más hueco en el escolta, donde también está una de las grandes apuestas de la franquicia, un Brandon Miller que fue elegido en segunda posición del pasado Draft y que ha ido de menos a mucho más en su año rookie. El reto NBA para el serbio se antoja más difícil de lo que podía esperar cuando partió de Turquía.